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Carlos Spitzer Isbert agradece todas las muestras de cariño
El hijo de la fallecida María Isbert recuerda a su madre como una mujer que amaba su trabajo
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26/04/2011
ALBACETE, 26 (EUROPA PRESS) Carlos Spitzer Isbert, uno de los hijos de la fallecida María Isbert, ha agradecido a todo el mundo el apoyo que está recibiendo la familia en estos momentos en los que su madre "está haciendo su última función".
"Se va a levantar el telón para que toda la gente que, durante todos estos días nos ha mostrado su cariño, pueda despedirse en el sitio donde ella ha sido verdaderamente feliz, que es en el escenario de un teatro", ha manifestado en declaraciones a los medios a su llegada al Teatro Circo, donde está instalada la capilla ardiente.
Igualmente, ha agradecido "a todo el mundo" sus muestras de apoyo, "sus mensajes de solidaridad y sobre todo, su cariño, que también mi madre ha tenido siempre hacia todo el público y, en especial, hacia el público de Albacete y de Tarazona de La Mancha, que es donde va a descansar por fin junto a José Isbert, su padre, mi abuelo".
De su madre, Carlos Spitzer ha subrayado que "ha sido una persona siempre con un humor fantástico". A pesar de que "siempre ha estado delicada de salud pero cuando ha tenido algún problema, o algo le dolía, se iba a su misa, comulgaba y venía y era otra mujer".
"Ha tenido una fe extraordinaria y eso le ha dado mucha fuerza pero, desde luego, el ejemplo que nos deja a nosotros es que ha sido una mujer perseverante, que amaba este trabajo, que era lo que más le gustaba. Ha sido una mujer extraordinaria".
Una vida plena
Su hijo Carlos ha dicho que "es difícil de igualar una vida tan plena" como la que ha tenido su madre, no solamente por los 94 años de existencia que ha tenido, sino "por la infinidad de experiencias, por sus siete hijos, que afortunadamente estamos todos muy bien de salud y algunos nos dedicamos a esto, y también por esos momentos inigualables que nos ha dejado y que tendremos siempre en el recuerdo en el cine, en el teatro y en la televisión".
Del vínculo de María Isbert con Albacete ha comentado que en esta ciudad "están instaurados los premios José Isbert", que su madre ha acudido a entregar muchos años, y ha agradecido a la alcaldesa albaceteña, Carmen Oliver, su ofrecimiento para que el último adiós de Maria Isbert fuera en el Teatro Circo.
También a recordado la unión de la familia a Tarazona de la Mancha, donde han acudido "todos los años a veranear". "Tarazona es el pueblo de mis abuelos, la herencia familiar está ahí fundamentalmente y qué decir de la gente de La Mancha. No hay palabras. Quiero transmitir la cercanía, la autenticidad en un momento en el que todo es tan superficial".
Es más, Carlos Spitzer ha recordado que, aunque su madre ha hecho "papeles de todos los gustos", incluso de extranjera "porque sabía muchos idiomas", lo que más hacía era de manchega, incorporando a sus interpretaciones expresiones de Tarazona de La Mancha, sugiriéndoselo así a los directores.
Por último, ha señalado que a su madre, que comenzó a trabajar en este mundo a los ocho años con su padre y que recibió la Medalla al Mérito al Trabajo con 90 años, le faltó interpretar "un papel protagonista en un momento de su carrera en el que podía haber sacado unas dotes interpretativas espectaculares".
ALBACETE, 26 (EUROPA PRESS) Carlos Spitzer Isbert, uno de los hijos de la fallecida María Isbert, ha agradecido a todo el mundo el apoyo que está recibiendo la familia en estos momentos en los que su madre "está haciendo su última función".
"Se va a levantar el telón para que toda la gente que, durante todos estos días nos ha mostrado su cariño, pueda despedirse en el sitio donde ella ha sido verdaderamente feliz, que es en el escenario de un teatro", ha manifestado en declaraciones a los medios a su llegada al Teatro Circo, donde está instalada la capilla ardiente.
Igualmente, ha agradecido "a todo el mundo" sus muestras de apoyo, "sus mensajes de solidaridad y sobre todo, su cariño, que también mi madre ha tenido siempre hacia todo el público y, en especial, hacia el público de Albacete y de Tarazona de La Mancha, que es donde va a descansar por fin junto a José Isbert, su padre, mi abuelo".
De su madre, Carlos Spitzer ha subrayado que "ha sido una persona siempre con un humor fantástico". A pesar de que "siempre ha estado delicada de salud pero cuando ha tenido algún problema, o algo le dolía, se iba a su misa, comulgaba y venía y era otra mujer".
"Ha tenido una fe extraordinaria y eso le ha dado mucha fuerza pero, desde luego, el ejemplo que nos deja a nosotros es que ha sido una mujer perseverante, que amaba este trabajo, que era lo que más le gustaba. Ha sido una mujer extraordinaria".
Una vida plena
Su hijo Carlos ha dicho que "es difícil de igualar una vida tan plena" como la que ha tenido su madre, no solamente por los 94 años de existencia que ha tenido, sino "por la infinidad de experiencias, por sus siete hijos, que afortunadamente estamos todos muy bien de salud y algunos nos dedicamos a esto, y también por esos momentos inigualables que nos ha dejado y que tendremos siempre en el recuerdo en el cine, en el teatro y en la televisión".
Del vínculo de María Isbert con Albacete ha comentado que en esta ciudad "están instaurados los premios José Isbert", que su madre ha acudido a entregar muchos años, y ha agradecido a la alcaldesa albaceteña, Carmen Oliver, su ofrecimiento para que el último adiós de Maria Isbert fuera en el Teatro Circo.
También a recordado la unión de la familia a Tarazona de la Mancha, donde han acudido "todos los años a veranear". "Tarazona es el pueblo de mis abuelos, la herencia familiar está ahí fundamentalmente y qué decir de la gente de La Mancha. No hay palabras. Quiero transmitir la cercanía, la autenticidad en un momento en el que todo es tan superficial".
Es más, Carlos Spitzer ha recordado que, aunque su madre ha hecho "papeles de todos los gustos", incluso de extranjera "porque sabía muchos idiomas", lo que más hacía era de manchega, incorporando a sus interpretaciones expresiones de Tarazona de La Mancha, sugiriéndoselo así a los directores.
Por último, ha señalado que a su madre, que comenzó a trabajar en este mundo a los ocho años con su padre y que recibió la Medalla al Mérito al Trabajo con 90 años, le faltó interpretar "un papel protagonista en un momento de su carrera en el que podía haber sacado unas dotes interpretativas espectaculares".
