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'Cartas a Dios', una fábula optimista sobre la muerte
La segunda película de Éric-Emmanuel Schmitt se estrenará en España el 15 de abril
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30/03/2011
MADRID, 30 (EUROPA PRESS) El director, novelista y dramaturgo Éric-Emmanuel Schmitt (Lyon, 1960) regresa a la gran pantalla con su segunda película, Cartas a Dios, una fábula optimista que trata la enfermedad y la muerte como estaciones ineludibles de la vida.
El filósofo francés, que debutó como director con Odette, una comedia sobre la felicidad', ha adaptado su novela homónima después de diez años de negativas a diversos productores, que pretendían llevar al cine un 'best-seller' de naturaleza introspectiva, en el que la religión funciona como catalizador. Y lo ha hecho firmando el guión, para no perder el control sobre su historia.
En la película, el director narra la historia de Oscar, un niño de 10 años con un cáncer terminal en estado muy avanzado. Por medio de la fabulación, y gracias a la ayuda de Rose, una mujer madura que cocina y reparte pizzas para ganarse la vida, Oscar logrará desprenderse poco a poco de su egoísmo y del miedo ante la muerte, que le atenaza.
Entremedias, Oscar escribe cartas a un Dios en el que no cree, pero que le ayuda a purgar su dolor y a evolucionar hacia la aceptación de la muerte como desenlace inevitable de la vida. "Dios es un personaje de la película, un personaje ausente en el que no cree el niño, pero que le ayuda, le va ayudando a medida que va escribiéndole. Escribir a Dios le permite distinguir lo que es esencial", ha explicado el director en declaraciones a 'Europa Press'.
La fidelidad a los valores
Según el autor, quien desde su infancia ha pasado por "todas las posiciones posibles ante Dios", subraya la importancia de mantenerse fiel a los "valores judeo-cristianos" para afrontar la vida. "Para mí lo importante no es la fe, sino la fidelidad a ciertos valores. Puedes ser totalmente ateo pero tener valores de origen judio-cristiano. Es decir, una persona que tiene la misma moral que un cristiano pero sin creer en Dios. Lo grave es caer en el materialismo", precisa.
"La fe no es un saber. Explicar esto es muy importante. La fe no se alimenta de pruebas, se alimenta de sí misma. Por tanto, tiene que ser humilde. Tiene que quedarse en su lugar, no debe ser imperialista, conquistadora. Tiene que estar habitada por la duda. En ese momento puede existir coexistencia de las religiones", ha indicado el escritor de 'Ibrahim y las flores del Corán'.
Según él, uno de las grandes "estupideces" del momento es la creencia de que hay que respetar a los demás por sus diferencias, sin cuestionarse primero sobre las concomitancias. "Encuentro muy estúpido hablar del respeto de la diferencia. Tengo que respetar en el otro lo mismo, no lo diferente. Un alma perdida en mitad del mundo, eso es lo que tenemos en común. Luego, en nombre de lo que tenemos en común vamos a respetar lo diferente", señala.
'El evangelio según Pilatos'
El autor, que también destaca como dramaturgo, estrenará el próximo 29 de abril en Avilés su obra 'El Evangelio según Pilatos', que presenta al gobernador romano como un hombre moderno, pragmático y ateo enfrentado al misterio de Cristo como si fuera un detective.
"Este hombre cree que se enfrenta a la desaparición de un cadáver, la historia empieza cuando el cadáver del 'mago' de Nazaret desaparece. El cadáver reaparece y algunos piensan que está vivo. Es un investigador filosófico, cartesiano, que intenta comprender lo que ocurre hasta el momento en que se da cuenta de que su razón es impotente", ha explicado Schmitt.
Según él, Poncio Pilato ha sido "víctima" de la historiografía cristiana, "como Judas Iscariote". "Es el verdugo de Cristo, pero yo hago de él un persona muy inteligente, muy compleja. Aborda la situación únicamente con intelecto, en un mundo totalmente pasional", ha concluido.
Haz clic aquí para ver la galería de imágenes de 'Cartas a Dios'
MADRID, 30 (EUROPA PRESS) El director, novelista y dramaturgo Éric-Emmanuel Schmitt (Lyon, 1960) regresa a la gran pantalla con su segunda película, Cartas a Dios, una fábula optimista que trata la enfermedad y la muerte como estaciones ineludibles de la vida.
El filósofo francés, que debutó como director con Odette, una comedia sobre la felicidad', ha adaptado su novela homónima después de diez años de negativas a diversos productores, que pretendían llevar al cine un 'best-seller' de naturaleza introspectiva, en el que la religión funciona como catalizador. Y lo ha hecho firmando el guión, para no perder el control sobre su historia.
En la película, el director narra la historia de Oscar, un niño de 10 años con un cáncer terminal en estado muy avanzado. Por medio de la fabulación, y gracias a la ayuda de Rose, una mujer madura que cocina y reparte pizzas para ganarse la vida, Oscar logrará desprenderse poco a poco de su egoísmo y del miedo ante la muerte, que le atenaza.
Entremedias, Oscar escribe cartas a un Dios en el que no cree, pero que le ayuda a purgar su dolor y a evolucionar hacia la aceptación de la muerte como desenlace inevitable de la vida. "Dios es un personaje de la película, un personaje ausente en el que no cree el niño, pero que le ayuda, le va ayudando a medida que va escribiéndole. Escribir a Dios le permite distinguir lo que es esencial", ha explicado el director en declaraciones a 'Europa Press'.
La fidelidad a los valores
Según el autor, quien desde su infancia ha pasado por "todas las posiciones posibles ante Dios", subraya la importancia de mantenerse fiel a los "valores judeo-cristianos" para afrontar la vida. "Para mí lo importante no es la fe, sino la fidelidad a ciertos valores. Puedes ser totalmente ateo pero tener valores de origen judio-cristiano. Es decir, una persona que tiene la misma moral que un cristiano pero sin creer en Dios. Lo grave es caer en el materialismo", precisa.
"La fe no es un saber. Explicar esto es muy importante. La fe no se alimenta de pruebas, se alimenta de sí misma. Por tanto, tiene que ser humilde. Tiene que quedarse en su lugar, no debe ser imperialista, conquistadora. Tiene que estar habitada por la duda. En ese momento puede existir coexistencia de las religiones", ha indicado el escritor de 'Ibrahim y las flores del Corán'.
Según él, uno de las grandes "estupideces" del momento es la creencia de que hay que respetar a los demás por sus diferencias, sin cuestionarse primero sobre las concomitancias. "Encuentro muy estúpido hablar del respeto de la diferencia. Tengo que respetar en el otro lo mismo, no lo diferente. Un alma perdida en mitad del mundo, eso es lo que tenemos en común. Luego, en nombre de lo que tenemos en común vamos a respetar lo diferente", señala.
'El evangelio según Pilatos'
El autor, que también destaca como dramaturgo, estrenará el próximo 29 de abril en Avilés su obra 'El Evangelio según Pilatos', que presenta al gobernador romano como un hombre moderno, pragmático y ateo enfrentado al misterio de Cristo como si fuera un detective.
"Este hombre cree que se enfrenta a la desaparición de un cadáver, la historia empieza cuando el cadáver del 'mago' de Nazaret desaparece. El cadáver reaparece y algunos piensan que está vivo. Es un investigador filosófico, cartesiano, que intenta comprender lo que ocurre hasta el momento en que se da cuenta de que su razón es impotente", ha explicado Schmitt.
Según él, Poncio Pilato ha sido "víctima" de la historiografía cristiana, "como Judas Iscariote". "Es el verdugo de Cristo, pero yo hago de él un persona muy inteligente, muy compleja. Aborda la situación únicamente con intelecto, en un mundo totalmente pasional", ha concluido.
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