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El director Gaspar Noé centra en Tokio su nueva película

'Enter the void' habla de experiencias extracoporales y viajes astrales

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08/10/2009
SITGES (BARCELONA), 8 (EUROPA PRESS) El director argentino Gaspar Noé centra en Tokio, una ciudad "psicótica, con muchas luces y la más divertida del mundo", un melodrama psicodélico llamado Enter the void que, más allá de ser un colocón de drogas sintéticas, trata de la soledad, la traición y el poder de las promesas.

El director, 'enfant terrible' del cine contemporáneo, aseguró en rueda de prensa que su idea era "ilustrar lo que la gente cuenta sobre el más allá, que se parece mucho a los tripis". El protagonista, Oscar, una vez muerto se resiste a abandonar el mundo por una promesa que le hizo a su hermana cuando, siendo niños, sus padres murieron en un accidente. El espíritu de Oscar sobrevuela una ciudad alienada, de luces que parpadean continuamente, e incluso traspasa paredes y se introduce en toda clase de orificios fisiológicos.

Preguntado sobre cómo se documentó sobre experiencias extracorporales y viajes astrales, indicó que le gustan ciertas drogas y que tiene un amigo que estuvo en coma, lo que le sirvió de testimonio. "Uno acaba reinventando el sueño que querría haber soñado", remachó. Su "primera droga" fue 2001: Una odisea en el espacio, de Stanley Kubrick. "Más sentimental y menos violenta" que sus anteriores filmes, entre los que se cuenta Irreversible.

Enter the void tiene poca acción, y siempre se ve desde el punto de vista subjetivo y balanceante del protagonista, al que casi nunca se le ve la cara y que no lo interpreta un actor: "es un dependiente de (la tienda) American Appareil de Brooklyn que quiere ser director", explicó.

La única actriz profesional que sale en la película es Paz de la Huerta, que hace de hermana del protagonista y bailarina de striptease. "Nadie que no fuese actriz podría hacer este papel", aseguró.

Philp Ridley vuelve con 'Heartless'

Otra de las películas más controvertidas de este festival la firma el director de Heartless, Philip Ridley, "una de las personas más queridas del festival", dijo su director, Àngel Sala.

Ridley presentó hoy la película junto al actor protagonista, Jim Sturgess . "Es urbana, más oscura" que las anteriores, ya que no se rodó en Estados Unidos sino en Londres, "a seis o siete calles" de donde vive Ridley, dijo. La película compite en la sección oficial y para interpretarla, Sutrgess se preparó recortando noticias trágicas y devastadoras de los periódicos. "Las leemos cada día pero parece que nos hayamos hecho inmunes", criticó.

La idea era que el mundo moderno le afectase "lo máximo posible", así que también llevó en su vida diaria la mancha alrededor de un ojo que tiene el personaje para ver "la reacción real de la gente". Ridley hacía 14 años que no estrenaba una película: "Para ser sincero, creo que perdí la confianza en mi mismo después de The Passion of Darkly Noon, que no tuvo buena acogida de público.

Pero nunca dejé de querer hacer otra película; siempre seguí trabajando en guiones y haciendo películas artísticas en casa", explicó el director. Pero finalmente "los dioses" se pusieron de su parte: el día que acabó de escribir Heartless, un amigo suyo y productor le preguntó si tenía algo entre manos porque le apetecía hacer una película.

Aunque este filme bebe de vivencias desagradables -"mi representante de toda la vida fue salvajemente asesinado cuando empecé a escribir Heartless", recordó Ridley- no es el más violento de su carrera, porque, a su entender, Mercury Fur aún lo es más.
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