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El documental sobre Maragall, en la Sección Oficial de San Sebastián

Carles Bosch retrata al ex President de la Generalitat en su lucha contra el Alzhéimer

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14/09/2010
Corría el año 2007 cuando Pasqual Maragall y los suyos hacían pública la noticia que conmocionaba a la ciudadanía: el que fuera President de la Generalitat de 2003 a 2006 y Alcalde de Barcelona durante quince años había sido diagnosticado de Alzhéimer.

Con este duro golpe, Maragall y su familia comenzaban una auténtica cruzada personal contra la enfermedad, haciéndolo público primero y creando una asociación especialmente dedicada a esto, la Fundació Pasqual Maragall, después.

Carles Bosch, realizador con un gran currículo en la televisión autonómica catalana -desarrolló la mayoría de su carrera en el programa documental 30 Minuts- y que había dado el salto a la gran pantalla con Balseros (un documental que le valió una candidatura al Oscar en 2004), recibía la noticia desde casa con la misma conmoción de los ciudadanos.

El impacto de la noticia y la crueldad de las enfermedades neurodegenerativas en general fueron quizás los motivos que llevarían Bosch a seguir durante dos años a Maragall y a su familia en sus escenas familiares de su masia de Rupià, en sus visitas al neurólogo, en la celebración de la victoria de Obama en Nueva York o en las reuniones de su propia fundación.

"Bicicleta, cuchara y manzana" son precisamente algunas de las palabras que el político olvida frente a la cámara, mostrando la crueldad de una enfermedad que, desgraciadamente, se ha convertido en una auténtica plaga en todo el mundo y cuya investigación parece avanzar a un ritmo más bien limitado.

Lejos de buscar el punto lacrimógeno al asunto, tanto el realizador como el protagonista y su familia han buscado dar a conocer la enfermedad de una forma realista sin edulcoraciones añadidas. De hecho, Maragall mismo afirmaba hace poco: "¿Cómo me gustaría que fuera la película? Divertida. Divertida e interesante".

26 millones de personas en todo el mundo es la cifra estimada de afectados por esta enfermedad. A su sufrimiento se suma el de sus familias, también presentes en Bicicleta, cullera, poma.

Un escenario de lujo como lo es la Sección Oficial del Festival Internacional de Cine de San Sebastián -cada vez con más proyección fuera del país- será el lugar escogido para mostrar al mundo este trabajo de Bosch, un documental de poco más de hora y media que, aún fuera de competición, se presenta como uno de los más esperados del certamen.
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