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'El último guión', siguiendo los pasos de Luis Buñuel

Se estrena un documental rodado en las ciudades clave del director aragonés

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26/08/2009
MADRID, 26 (EUROPA PRESS) Gaizka Urresti y Javier Espada siguen los pasos perdidos de Luis Buñuel en el documental El último guión, que se estrena en salas de cine este viernes. A través de los recuerdos de su hijo Juan Luis y las conversaciones de éste con Jean-Claude Carrière, el filme hace un recorrido por la vida y la obra del genio de Calanda y hace hincapié en su libertad creativa o la amistad que le unió a Federico García Lorca y Salvador Dalí.

"La gente no conoce a mi padre; conoce sus películas. Este documental muestra cómo era su vida", afirmó hoy en Madrid Juan Luis Buñuel, para justificar el por qué de este filme, que Urresti y Espada idearon en principio para un auditorio más especializado y, finalmente, han querido que llegue al gran público.

En El último guión se hace un recorrido por la vida y obra de Buñuel: su infancia y juventud en Calanda y Zaragoza, la etapa en la Residencia de Estudiantes de Madrid, el acercamiento al surrealismo en París, el significado de ciudades como Toledo o su etapa en Nueva York (como consejero y jefe de montaje de las películas de la oficina de propaganda para los países de América Latina en el Museo de Arte Moderno de Nueva York) y Los Ángeles (la Warner Brothers lo contrató como director de doblaje en Hollywood).

También está el exilio en México, país en el que se estableció en 1946 (tres años después adquiriría la nacionalidad) y donde murió, o el éxito de Los olvidados, que recibió el Premio a la Mejor Dirección en el Festival de Cine de Cannes.

Todo ello a través de imágenes, algunas de ellas inéditas (como en las que se ve a Buñuel haciendo de extra en Hollywood), tanto públicas (la primera imagen grabada de Dalí y Gala) como del ámbito familiar.

El último suspiro

Las memorias El último suspiro (1982), escritas con la colaboración de Jean-Claude Carrière, han servido de guión para hacer "una adaptación libre" y "seguir los pasos perdidos de Buñuel", en palabras de Espada, quien consideró que el público medio conoce "superficialmente y sólo sabe cuatro tópicos" del responsable de títulos como Viridiana, Los olvidados, Tristana, Simón del desierto o El ángel exterminador.

Buñuel hijo agregó que en el documental cuenta lo que vivió con su padre, sus recuerdos. "A mi padre no le gustaría esta película, porque no le gustaban los homenajes", afirmó el también director, que se emocionó en algunos momentos del rodaje, como cuando visitó la casa familiar en México D.F., en la que no estaba desde hacía 25 años.

Pese a que la película es bastante larga (aproximadamente dos horas de duración), los responsables señalaron que se utilizaron muchas horas de rodaje que, posiblemente, se incluyan en un DVD. "Muchas cuestiones especificamente para cinéfilos estarán en este DVD", avanzó Gaizka, quien detalló que, además, todo el metraje se conservará en el museo del Centro Buñuel de Calanda.

"Humor tremendo"

Preguntado por la filmografía de su padre, Juan Luis Buñuel destacó que el genio de Calanda consideraba como sus mejores películas tres: Un perro andaluz, La edad de oro y Las Hurdes: Tierra sin pan. "En el resto se repetía todo y las hacía para ganarse la vida", confesó sobre los "melodramas folletinescos" que rodó su padre, eso sí, "cargados todos ellos de un humor tremendo".

"Era un gran técnico", confirmó Buñuel, después de que en el documental se proyecten unas imágenes en las que su padre afirma que le importaban más las historias humanas que la plástica en el cine.

Entre las anécdotas de su vida, Juan Luis Buñuel recordó cómo su padre "se emocionaba cuando pensaba en qué habría pasado por la cabeza de su amigo Lorca cuando le llevaban a fusilar", cómo le vio llorar un día en Toledo en un mirador con el Tajo a sus pies, donde Lorca, Dalí y Buñuel vomitaban tras una noche de beber alcohol; o cómo una tarde en un café de París con su familia, se ocultó para no saludar a Dalí y no formar parte del "show" que el artista de Figueres montaba allá por donde pasaba.

Siempre la guerra civil

"Le gustaba mucho reír, la risa, el humor", subrayó, agregando que "en sus películas parecía que decía cosas en serio, pero era en broma". "En casa nunca hablábamos de cine, sí de la Guerra Civil, le marcó mucho", prosiguió.

En El último guión, que se ha presentado en once festivales, también están los recuerdos de la actriz mexicana Silvia Pinal, la española Ángela Molina, el fotógrafo Gabriel Figueroa Flores o el hispanista Ian Gibson, quien prepara una biografía sobre Buñuel. Luis Eduardo Aute, por su parte, hace su especial homenaje a Buñuel poniendo música y voz a uno de sus poemas en la canción 'No me parece ni bien ni mal'.
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