La crítica destroza el estreno de 'Cincuenta sombras de Grey' en la Berlinale
La prensa califica el film de bodrio, blando, conservador y rutinario
El Festival de Cine de Berlín acogió ayer el estreno mundial de ’Cincuenta sombras de Grey’, apenas cuarenta y ocho horas antes de su llegada a los cines comerciales. Los rumores apuntaban a que la película iba a ser mala de solemnidad, y el hecho de que la distribuidora, Universal, no organizara pases de prensa, era una señal inequívoca. Pero, por si quedaban dudas, aquí van las críticas de los principales medios españoles, más algún extranjero.
Encontrar un elogio hacia la película dirigida por Sam Taylor-Johnson es misión imposible. Los críticos coinciden en que el film es demasiado blando, que tiene un poso conservador y que los actores no dan la talla (en especial Jamie Dornan como un descafeinado Christian Grey). Os dejamos un extracto de dichas críticas junto con los enlaces correspondientes, por si queréis leerlas al completo. A partir del viernes, el juicio corre de vuestra cuenta...
“Si hay diálogos risibles es porque proceden de la novela, no de la interpretación de la hija de Don Johnson y Melanie Griffith (…) En cambio, Jamie Dornan como el dominador Grey no está a la altura” (Gregorio Belinchón, ‘El País’).
“50 estafas de Grey (…) Un pastiche a medio camino entre el más torpe porno blando, el 'backstage' del desfile de Victoria Secret y el manual de ginecología de las muñecas de Famosa” (Luis Martínez, ‘El Mundo’).
“La hemos visto, y es un bodrio (…) Si quieren excitarse o buscar salidas creativas a la monotonía sexual de su vida en pareja, esta no es su película” (Sergi Sánchez, ‘Fotogramas’).
“...tras cada coito Christian se marca unos solos de piano que no quieren ser un chiste pero lo son” (Nando Salvà, ‘El Periódico’).
“…hay sexo en el filme. Pero es de un candor que avergüenza, por lo limpio del asunto. Especialmente en una historia que se vende como de dominación y entrega” (Salvador Llopart, ‘La Vanguardia’).
“Ya conocen la rutina: cuellos arqueados, dedos de los pies encogidos, unas nalgas por aquí, un pecho por allí, un mechón de vello púbico, un gemido ahogado, otra canción de Beyoncé… Tal vez una fusta para variar” (A.O. Scott, ‘The New York Times’).
