La pasión oculta del dictador Franco era... ¡el cine!
En El Pardo se encontraron más de 2.000 programas de mano
Hoy se cumplen 40 años de la muerte de Francisco Franco, el dictador español que murió sin ser juzgado y sin pedir perdón por los terribles crímenes que cometió durante su mandato. Pero no estamos aquí para hablar de la deleznable política franquista, sino de una pasión oculta del caudillo que probablemente nunca hizo pública porque le daría vergüenza tener una afición propia de rojos comunistas: ¡el cine!
Así es, como explica Carles Geli en este artículo de El País, Franco era un cinéfilo empedernido. Tenía una sala de cine en El Pardo y acostumbraba a programar películas para su familia. La verdad es que nos pone los pelos de punta saber que un asesino como él tenía unos gustos tan refinados.
Aquí van unas cuantas curiosidades sobre el Franco cinéfilo...
1. En El pardo se encontraron 2.904 programas de mano correspondientes a las sesiones que Franco y su esposa disfrutaron en la intimidad. Casi nada.
2. La media de películas que veía Franco era de dos a la semana. Entre juicio sumarísimo y juicio sumarísimo no le daba tiempo de más.
3. Nunca veía películas en agosto. Estaba de vacaciones y prefería viajar por España para constatar los logros de su sangriento dominio.
4. Sus géneros favoritos eran el western, la comedia y las películas de aventuras. En cambio no le gustaban mucho los musicales. Y casi todas las películas eran de Hollywood, el cine europeo era como la democracia: no le interesaba.
5. La saga de James Bond era una de sus favoritas. También le gustaban ‘El padrino’, ‘Ben-Hur’, ‘Los diez mandamientos’ y ‘Cabaret’. Pero por ejemplo Hitchcock se le atragantaba.
6. Las películas llegaban directamente a la residencia de Franco sin pasar por los cines, así que muchas veces el dictador pudo ver películas que, paradójicamente, luego serían censuradas.
7. Por último, Orson Welles dijo una vez que Franco llegó a realizar una película de dibujos animados. No sabemos si la historia es cierta, pero seguro que tendría su interés encontrar una copia.
Fuente: El País