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La poesía de la cinematografía en "Háblame de amor"

La forma vence al contenido en el estreno de Silvio Muccino como director

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15/07/2009
Silvio Muccino da el paso de actor a director con la adaptación de su propia novela, la que escribió junto a Carla Vangelista.

La juventud del primerizo cineasta queda plasmada en toda la obra, a cuyo guión le faltaría tal vez un poco de experiencia. Sin embargo Háblame de amor ha sabido complementarse con una sublime estética, tanto por sus intérpretes como por su fotografía o vestuario.

Así pues, de este modo se intenta hacer más hincapié en la forma que en el contenido. Muccino ha querido llegar al espectador a través de momentos aislados, que son con los que realmente contacta con el público, por encima del hilo argumental.

Sasha (Muccino) no ha tenido una infancia muy común, ha sido criado en un centro de desintoxicación donde estaban internados sus padres, y eso ha repercutido en su crecimiento y carácter. Estos problemas se verán reflejados en su dificultad para socializar y en su afición al juego, de la cual ya se está desenganchando.

Un día, aparecerá en su vida Nicole (Aitana Sánchez-Gijón), con la que comparte puntos comunes de sus infancias y con la que nace una especial relación que les unirá intensamente. Nicole ayudará a Sasha a conquistar a una espectacular chica que lleva años volviéndole loco. Pero a su vez, deberá enfrentarse a uno de sus mayores miedos, recaer en el juego cuando aparece en escena un primo que necesita dinero y que le insta a hacerlo. Ahora el protagonista tendrá que luchar contra sus vicios y sus dificultades.

Muccino vuelve a poner en la pantalla esa originalidad y carisma a las que nos empieza a tener acostumbrados, juntamente con una resurgida Aitana Sánchez Gijón, que aporta esa templanza y porte que tan bien parecen encajar en el cine europeo.

Háblame de amor llega a nuestras pantallas el próximo 17 de julio.

Ficha, imágenes y tráiler de Háblame de amor en Estamos Rodando
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