'Mad Max: Fury Road', el apocalipsis sobre ruedas
Repasamos algunas curiosidades de la saga con motivo del estreno de su última entrega
Por Icíar Palacios
Aunque aún queda bastante para el estreno de ‘Mad Max: Fury Road’, poco a poco vamos conociendo datos sobre una de las cintas de acción más esperadas de los últimos años. Y por lo que hemos podido paladear en el tráiler, como sus predecesoras, la nueva entrega de la saga iniciada por Georgie Miller en 1979, viene cargadita de grandes dosis de acción, explosiones, trepidantes persecuciones y, como no podía ser de otro modo, muchos coches y velocidad.
En esta ocasión, eso sí, Tom Hardy tomará el relevo de Mel Gibson, quizás un poco mayor para tanto trote, para dar vida a su protagonista, Max Rockatansky. Charlize Theron, Nicholas Hoult, Zoë Kravitz y Rosie Huntington-Whieteley completan el reparto de ‘Mad Max: Fury Road’, la precuela de esta saga que, a pesar de lo irregular de alguna de sus entregas, es puro cine de culto para los amantes del género.
Dicho esto, metemos la primera y vamos a por algunas curiosidades sobre la saga que, posiblemente, desconocías.
10. Mad Max, casi tan loco como el origen del dinero para rodar su primera entrega
En origen, ‘Mad Max’ fue concebida como una cinta de serie B, debido a su bajo presupuesto. Rodada con apenas 350.000 dólares, casi todo el montante necesario para emprender la producción provino del bolsillo del propio George Miller. “¿Y cómo lo consiguió?”, os preguntaréis. Pues haciendo horas extra como médico de urgencias y camarero… Eso es ser polivalente y lo demás son tonterías.
9. Un riesgo más que rentable
Por suerte para Miller, que invirtió en su proyecto los ahorros de toda una vida, ‘Mad Max, Salvajes en la autopista’ se convirtió en un taquillazo sin presentes, generando un beneficio de más de 100.000 millones de dólares. Esto hizo que esta película se alzase con la medalla de ser la más rentable de la historia del cine; siendo solo superada dos décadas más tarde por ‘El proyecto de la Bruja de Blair’.
8. Mel Gibson, ¿el protagonista ideal?
Justo la noche antes de acudir al casting para obtener el rol principal en ‘Mad Max’, Mel Gibson tuvo un altercado en un bar. No sabemos si salió de la trifulca como vencedor o vencido, pero lo que sí conocemos es que al amanecer su rostro estaba repleto de moretones y golpes. Su cara estaba completamente desfigurada. Curiosamente, George Miller quedó “enamorado” de su aspecto de tío duro y le dio el papel. Eso sí, cuando comenzó el rodaje y descubrió la “verdadera cara” de Gibson, ya sin hinchazones, pensó que había cometido un gran error al contratarlo… De hecho, tanto es así, que los primeros trailers no mostraban ni siquiera a Me, un completo desconocido en Estados Unidos, sino solo escenas de acción y bólidos.
7. ¿Dobles? ¿Para qué?
En cualquier caso, el protagonista de ‘Braveheart’ se dejó, prácticamente, el pellejo en el set; dejando claro a todo el equipo que era el actor perfecto para el papel. Así, se negó a que nadie lo supliera en ninguna de las escenas de acción, ni siquiera en las más peligrosas… Y eso que solo en la grabación de la primera entrega de 'Mad Max' hasta 14 vehículos quedaron para chatarra literalmente.
6. Las estrecheces de los inicios
Debido al ajustado presupuesto disponible para rodar la película que abrió la saga, se tuvo que contratar a verdaderos moteros que cedieran sus motos y que aportaran su propia ropa de carretera. Para evitar que acabaran en la cárcel durante su trayecto al set por escándalo público y, el equipo de producción tuvo que lidiar con la policía. Los pobres, además, tuvieron que explicar al elenco secundario que no había dinero suficiente para comprarles un traje de cuero real (los personajes de Max y Goose sí lo llevan), y que tendrían que trabajar bajo el sol con trajes de vinilo muy poco transpirables. ¿Se ganaron el sueldo, no creéis?
5. El nombre del protagonista
Por lo que contaron sus guionistas en su momento, se inspiraron en el nombre de un famoso patólogo para elegir el de su protagonista. Carl von Rokitansky es famoso en el campo de la medicina por haber creado un peculiar método de extraer órganos humanos durante el análisis necrológico de los difuntos.
4. Un gran trabajo actoral… aunque más exigente para algunos que para otros
Además de las exigencias que un rodaje como el de una cinta de acción de este calibre implica, hubo actores que tuvieron que enfrentarse a retos aún mayores para realizar su papel. Por ejemplo, Tina Turner tuvo que llevar un traje que malla de acero que superaba los 55 kilos de peso para participar en ‘Mad Max 3: La cúpula del trueno’. La cantante era la gran archienemiga de Max en esta entrega y llegó a exigir más de 2.000.000 de dólares a los productores para raparse la cabeza… Efectivamente, se optó por emplear una peluca.
3. Fuente de inspiración
Además de para cuatro cintas, las aventuras de Mad Max han servido para crear distintos videojuegos como ‘Fallout’ o ‘The Fall: Last Days of Gaia’. Asimismo, el manga ‘Hokuto no Ken’, obra de Tetsuo Hara y Burunson, es todo un homenaje a esta saga del motor. Desde sus subtramas a diálogos, pasando por el vestuario de personajes como Kenshiro o Zeed, destilan el espíritu de la saga por los cuatro costados.
2. De mí, para ti, por ser tú
El grupo de indie rock Siniestro Total dedicó a Mad Max la canción ‘Max, estás hecho una pena’, incluida en su álbum ‘En beneficio de todos’. Este tema, cuya letra incluye aquello de “Rockatansky, a tu mujer la mató Babá Zanetti. Ahora añoras a tu señora y lo bien que te hacía los espagueti”, fue durante años una de las más voceadas en sus conciertos. El tema os gustará más o menos, pero es innegable que llamándose así el grupo, algo tenían que decir sobre ‘Mad Max’ y sus aventuras.
1. ‘Mad Max: Fury Road’, la gran incógnita
Hacer una precuela de una de las sagas de acción mejor valoradas de la historia del cine es todo un reto, que aún no sabemos si el cineasta australiano George Miller sabrá capear. Y es que en los mentideros de Hollywood se comenta que el aumento del presupuesto y las presiones del estudio para filmar una película para todos los públicos podrían hacer que la última entrega de Mad Max caiga en el mismo error que la tercera: perder ese tono violento, casi brutal, que convirtió una cinta menor en todo un hito del cine de los ochenta.