5 películas sobre la caída del muro de Berlín
Se cumplen 25 años desde que desapareciera el muro de la vergüenza alemán
Por Íciar Palacios
El 9 de noviembre de 1989 Alemania borraba para siempre la frontera que durante casi tres décadas separó a la antigua RDA en dos mundos totalmente distintos, uno capitalista y otro socialista, oprimido bajo el estricto control comunista y donde la libertad y el progreso eran meras quimeras con las que soñar.
Construido en tan solo una noche por los soviéticos, el muro de Berlín o muro de la vergüenza dividió el país, pero también a miles de familias, que de la noche a la mañana vieron cómo una mole de hormigón, hierro y alambre de 120 kilómetros de extensión y hasta 5 metros de altura en su puntos más alto les prohibía transitar libremente por sus calles, ciudad y país y abrazar a los suyos. Es cierto que solo los que lo vivieron sabrán lo que debió suponer permanecer encerrado, vigilado y anclado en el tiempo durante tantos años, pero gracias al cine, hoy podemos hacernos una idea de cómo fue. ¿Nos acompañas?
El cineasta estadounidense Billy Wilder estrenó en 1961 esta joya del cine de los sesenta, basada en una obra de teatro de título homónimo (de Ferenc Molnár) y ambientada en el Berlín de la Guerra Fría.
En este convulso contexto social y político, el señor MacNamara (James Cagney) sueña con ampliar el mercado de la empresa para la que trabaja, Coca-Cola, al otro lado del Telón de Acero. Él vive en la zona Occidental de la capital alemana y cuando el presidente de la compañía le pide que vigile a su hija durante su visita a Berlín, verá cómo sus planes se tambalean. La díscola joven se ha enamorado de un joven comunista del lado oriental y solo él puede hacer algo por romper la relación, antes de que las noticias lleguen a oídos de su jefe y su proyecto se vaya al garete.
Nominada al Oscar en la categoría de mejor fotografía y al Globo de Oro como Mejor película, Wilder retrató en esta exquisita sátira la lucha entre las dos “personalidades” de Alemania. A destacar su montaje frenético, que no da un respiro al espectador.
Rodada apenas dos años antes de la caída del muro de Berlín, esta cinta de Wim Wenders nos presenta a dos ángeles (Bruno Ganz y Otto Sander) que sobrevuelan la ciudad y son testigos de cómo los hombres, en la tierra, permanecen bajo el yugo del comunismo. Impotentes e invisibles para todo aquel que no sea de corazón puro, no pueden hacer nada para cambiar la situación, salvo insuflar en los mortales ganas de vivir. Uno de ellos se enamora de una joven trapecista, por la que está dispuesta a sacrificar su vida eterna.
Si aún no la has visto, nos das mucha envidia. Eso sí, te dejamos aquí una curiosidad cinéfila: verás que parte de la cinta se muestra en color y parte de la misma en sepia… Pues para estos planos monocromos Wenders y Alekan, encargado del rodaje, emplearon unas medias de la abuela de este último como filtro. ¿Sería también un guiño a la falta de recursos que existió en la zona comunista?
Sea como fuere, y a pesar de las críticas de algunos, que la calificaron de sensiblera y falta de chicha, ‘El cielo sobre Berlín’ arrasó en cuanto a galardones: nominada a mejor película extranjera en los Oscar, ganadora en Cannes en la categoría de mejor dirección… Una joya, que ha sido después revisada en forma de varios remakes con peor suerte que la original.
Otoño de 1989, Berlín Este. Durante una violenta manifestación, la madre de Alex Kerner sufre un infarto y queda en coma durante casi un año. Tras su recuperación, el mundo ha cambiado hasta un punto que no podría ni siquiera imaginar: el muro de Berlín ha caído. Si se enterase de esta noticia, su débil corazón podría volver a pararse, por lo que sus hijos deciden montar un gran teatro: harán como si la RDA siguiera existiendo, les cueste lo que cueste… Hasta que la realidad estalle en casa de los Kerner, reconvertida con mucho tesón y creatividad en el último reducto del socialismo.
Aunque no presenta grandes análisis históricos, su mezcla equilibrada de drama y comedia la convirtieron en una de las cintas de 2003. Divertida, irónica y, sobre todo, muy recomendable.
El Oscar a mejor película de habla no inglesa, el Cesar a mejor cinta extranjera, mejor film y mejor actor por la Academia de Cine Europero y, entre otros, el largometraje de lengua no inglesa más potente del año para el Círculo de Críticos de Nueva York.
Sin duda, uno de los más particulares retratos cinematográficos relacionados con la Guerra Fría. Apasionante, dura, oscura y perturbadora como pocas, esta cinta de Florian Henckel von Donnesmarck se ubica en la RDA de 1984. El servicio de inteligencia del régimen comunista opera a sus anchas a través de hombres como el capitán Gerd Wiesler, un solitario con una misión: espiar a la pareja formada por una actriz y un escritor de éxito, sospechosos de “anticomunistas”. Cuando comience su trabajo, no habrá marcha atrás: lo que descubra hará que su vida no vuelva a ser la misma.
Aunque sea de un modo menos directo, la decimotercera entrega de la saga de James Bond también se atrevió a retratar, a su particular manera, las intrigas y maquinaciones que sacudieron Alemania durante la década de los 80.
Acción, aventuras, thriller y tintes de comedia de la mano del agente 007 y los suyos, en esta ocasión en pie de guerra tras la muerte del agente 009. Los rusos podrían estar vendiendo valiosas obras de arte para recaudar fondos destinados a oscuros planes militares. Un conflicto nuclear de grandes dimensiones podría estallar a nivel mundial si Bond no detiene a los conspiradores a tiempo.