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Cuenta atrás para unos premios Goya bastante descafeinados
"Los girasoles ciegos" opta a 15 premios en la ceremonia de este domingo
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28/01/2009
Este domingo 1 de febrero se celebra la 23ª edición de los premios Goya, que como es habitual se entregarán en el Palacio de Congresos de Madrid a partir de las 9 de la noche. El tópico dice que esta debe ser la gran fiesta del cine español, pero si hacemos un repaso del año 2008 nos damos cuenta de que hay muy poquito que celebrar.
El nivel general de las películas nacionales ha sido mediocre, y las excepciones se cuentan con los dedos de una mano. No hay más que echar un vistazo a las candidatas a mejor película, donde concursan la irregular adaptación de la novela Los girasoles ciegos, de José Luis Cuerda; un thriller que se queda a medio camino, Solo quiero caminar, de Agustín Díaz Yanes; y una decepción mayúscula como Los crímenes de Oxford, de Álex de la Iglesia. Sólo salvamos, coincidiendo por cierto con la opinión de Maribel Verdú, la valiente y sobrecogedora historia de Camino, de Javier Fesser.
Pese a todo, Los girasoles ciegos podría llevarse un verdadero aluvión de premios, teniendo en cuenta que opta a 15 Goyas, entre ellos los de mejor director, actor (Raúl Arévalo) y actriz (Maribel Verdú). Sería un gran consuelo después de haber quedado apeada a las primeras de cambio de la carrera por el Oscar. También cabe destacar la presencia de Che: Guerrilla, nominada en varias categorías, incluyendo la de mejor actor para Benicio del Toro.
La nota cachonda de la noche la pondrá el director Jesús Franco, que recibirá el Goya de Honor después de haberse pasado la vida filmando películas eróticas, con el mérito que ello representaba en los años de la censura.
Y la anécdota es que una película de Estados Unidos como El caballero oscuro podría llevarse el Goya al mejor film europeo. Parece que el espíritu de Heath Ledger es capaz de atravesar todas las fronteras, al menos para los miembros de la Academia del Cine Español. Que sí, que hay director inglés y actores ingleses. Pero no cuela.
Este domingo 1 de febrero se celebra la 23ª edición de los premios Goya, que como es habitual se entregarán en el Palacio de Congresos de Madrid a partir de las 9 de la noche. El tópico dice que esta debe ser la gran fiesta del cine español, pero si hacemos un repaso del año 2008 nos damos cuenta de que hay muy poquito que celebrar.
El nivel general de las películas nacionales ha sido mediocre, y las excepciones se cuentan con los dedos de una mano. No hay más que echar un vistazo a las candidatas a mejor película, donde concursan la irregular adaptación de la novela Los girasoles ciegos, de José Luis Cuerda; un thriller que se queda a medio camino, Solo quiero caminar, de Agustín Díaz Yanes; y una decepción mayúscula como Los crímenes de Oxford, de Álex de la Iglesia. Sólo salvamos, coincidiendo por cierto con la opinión de Maribel Verdú, la valiente y sobrecogedora historia de Camino, de Javier Fesser.
Pese a todo, Los girasoles ciegos podría llevarse un verdadero aluvión de premios, teniendo en cuenta que opta a 15 Goyas, entre ellos los de mejor director, actor (Raúl Arévalo) y actriz (Maribel Verdú). Sería un gran consuelo después de haber quedado apeada a las primeras de cambio de la carrera por el Oscar. También cabe destacar la presencia de Che: Guerrilla, nominada en varias categorías, incluyendo la de mejor actor para Benicio del Toro.
La nota cachonda de la noche la pondrá el director Jesús Franco, que recibirá el Goya de Honor después de haberse pasado la vida filmando películas eróticas, con el mérito que ello representaba en los años de la censura.
Y la anécdota es que una película de Estados Unidos como El caballero oscuro podría llevarse el Goya al mejor film europeo. Parece que el espíritu de Heath Ledger es capaz de atravesar todas las fronteras, al menos para los miembros de la Academia del Cine Español. Que sí, que hay director inglés y actores ingleses. Pero no cuela.
