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El cine europeo cautiva al jurado de Cannes
El jurado del festival de cine no fue impresionado por las producciones hollywoodienses
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29/05/2012
MADRID, 29 (Reuters/Ep) El jurado del festival de cine de Cannes sigue acumulando parabienes tras galardonar la película Amour del director Michael Haneke con la codiciada Palma de Oro en una edición en la que las producciones estadounidenses fueron las grandes ausentes en el palmarés.
El director austriaco hizo buena su condición de favorito y se alzó por segunda vez con el galardón más prestigioso de Cannes, uniéndose a una pequeña élite de cineastas que cuentan con más de una Palma de Oro en sus vitrinas.
Lenta y comedida, el retrato que Amour dibuja de una pareja francesa de ancianos que afronta las últimas fases de la vida dejó al público llorando y a la crítica encantada. Las cinco estrellas fueron generalizadas.
Su triunfo fue particularmente bienvenido en Francia, donde los protagonistas de la cinta, ambos de más de 80 años, son muy populares. "Los nombres de Emmanuelle Riva y Jean-Louis Trintignant ... serán a los ojos de la opinión pública como una victoria francesa", dijo el diario 'Le Parisien'.
La cruz se la llevaron las producciones hollywoodienses. Se notó la ausencia en la ceremonia de premios de este festival de 12 días de las producciones estadounidenses, cinco de las cuales entraban entre las 22 a concurso.
Ni siquiera la presencia de estrellas como Nicole Kidman y Brad Pitt, junto con nombres emergentes en Hollywood como Jessica Chastain, Tom Hardy y Zac Efron, bastaron para cautivar a los miembros del jurado, encabezado por el director italiano Nanni Moretti.
Hace apenas un año, el director estadounidense Terrence Malick ganaba la Palma de Oro con El árbol de la vida y Kirsten Dunst se llevó el galardón a mejor actriz por su papel en la apocalíptica Melancolía de Lars Von Trier.
Pero en esta edición la crítica de Cannes se mostró fría hacia la mayoría de las producciones estadounidenses, aunque fue razonablemente popular Killing Them Softly, la película del neozelandés Andrew Dominik protagonizada por Pitt en el papel de un asesino mafioso en una ciudad estadounidense afectada por la recesión.
"Ninguna incendió la ciudad y claramente ninguna pudo lograr más que el apoyo generalizado de la crítica", dijo el periodista de 'The Hollywood Reporter' Todd McCarthy tras conocer los galardones.
Estrellas sin premio
Lo que sí logró la fuerte presencia norteamericana, sin embargo, fue que puso estrellas en la alfombra roja, un ingrediente clave para el éxito de un festival de cine que no sólo ensalza el cine bueno sino también el glamour, la fama y el bullicio de celebridades.
El otro gran perdedor fue el director francés Leos Carax con su Holy Motors, un audaz filme surrealista sobre un hombre, al que interpreta Denis Lavant, que adopta diez vidas alternativas en un solo día. Además de Haneke, otros dos ganadores en Cannes fueron reconocidos de nuevo - el británico Ken Loach, que ganó el tercer premio, el de la crítica, por The Angels' Share y el rumano Cristian Mungiu, que ganó el premio al mejor guión por Detrás de las colinas (Beyond the Hills).
Las dos jóvenes estrellas de cinta, Cristina Flutur y Cosmina Stratan, fueron las dos sorprendentes ganadoras del premio a la mejor actriz, mientras que la estrella danesa Mads Mikkelsen recibió el galardón a la mejor actuación masculina por su retrato de un hombre acusado injustamente de abuso de menores en el desgarrador drama The Hunt.
El mexicano Carlos Reygadas ganó en la categoría de mejor director por Post Tenebras Lux, una exploración onírica de la corriente subyacente de amenaza en la sociedad mexicana actual.
MADRID, 29 (Reuters/Ep) El jurado del festival de cine de Cannes sigue acumulando parabienes tras galardonar la película Amour del director Michael Haneke con la codiciada Palma de Oro en una edición en la que las producciones estadounidenses fueron las grandes ausentes en el palmarés.
El director austriaco hizo buena su condición de favorito y se alzó por segunda vez con el galardón más prestigioso de Cannes, uniéndose a una pequeña élite de cineastas que cuentan con más de una Palma de Oro en sus vitrinas.
Lenta y comedida, el retrato que Amour dibuja de una pareja francesa de ancianos que afronta las últimas fases de la vida dejó al público llorando y a la crítica encantada. Las cinco estrellas fueron generalizadas.
Su triunfo fue particularmente bienvenido en Francia, donde los protagonistas de la cinta, ambos de más de 80 años, son muy populares. "Los nombres de Emmanuelle Riva y Jean-Louis Trintignant ... serán a los ojos de la opinión pública como una victoria francesa", dijo el diario 'Le Parisien'.
La cruz se la llevaron las producciones hollywoodienses. Se notó la ausencia en la ceremonia de premios de este festival de 12 días de las producciones estadounidenses, cinco de las cuales entraban entre las 22 a concurso.
Ni siquiera la presencia de estrellas como Nicole Kidman y Brad Pitt, junto con nombres emergentes en Hollywood como Jessica Chastain, Tom Hardy y Zac Efron, bastaron para cautivar a los miembros del jurado, encabezado por el director italiano Nanni Moretti.
Hace apenas un año, el director estadounidense Terrence Malick ganaba la Palma de Oro con El árbol de la vida y Kirsten Dunst se llevó el galardón a mejor actriz por su papel en la apocalíptica Melancolía de Lars Von Trier.
Pero en esta edición la crítica de Cannes se mostró fría hacia la mayoría de las producciones estadounidenses, aunque fue razonablemente popular Killing Them Softly, la película del neozelandés Andrew Dominik protagonizada por Pitt en el papel de un asesino mafioso en una ciudad estadounidense afectada por la recesión.
"Ninguna incendió la ciudad y claramente ninguna pudo lograr más que el apoyo generalizado de la crítica", dijo el periodista de 'The Hollywood Reporter' Todd McCarthy tras conocer los galardones.
Estrellas sin premio
Lo que sí logró la fuerte presencia norteamericana, sin embargo, fue que puso estrellas en la alfombra roja, un ingrediente clave para el éxito de un festival de cine que no sólo ensalza el cine bueno sino también el glamour, la fama y el bullicio de celebridades.
El otro gran perdedor fue el director francés Leos Carax con su Holy Motors, un audaz filme surrealista sobre un hombre, al que interpreta Denis Lavant, que adopta diez vidas alternativas en un solo día. Además de Haneke, otros dos ganadores en Cannes fueron reconocidos de nuevo - el británico Ken Loach, que ganó el tercer premio, el de la crítica, por The Angels' Share y el rumano Cristian Mungiu, que ganó el premio al mejor guión por Detrás de las colinas (Beyond the Hills).
Las dos jóvenes estrellas de cinta, Cristina Flutur y Cosmina Stratan, fueron las dos sorprendentes ganadoras del premio a la mejor actriz, mientras que la estrella danesa Mads Mikkelsen recibió el galardón a la mejor actuación masculina por su retrato de un hombre acusado injustamente de abuso de menores en el desgarrador drama The Hunt.
El mexicano Carlos Reygadas ganó en la categoría de mejor director por Post Tenebras Lux, una exploración onírica de la corriente subyacente de amenaza en la sociedad mexicana actual.