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Isabelle Huppert, de visita en el Festival de San Sebastián para presentar dos de sus films

'El porvenir', de Mia Hansen-Love y 'Elle', de Paul Verhoeven

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20/09/2016

Isabelle Huppert ha visitado el Festival de San Sebastián para presentar dos de los filmes que ha protagonizado este año y que se proyectan en la sección Perlas: 'Elle', de Paul Verhoeven, y 'El porvenir', de Mia Hansen-Love.

"Nunca he considerado que interpretar sea difícil", ha señalado la actriz durante un encuentro con periodistas, en el que ha hablado acerca de la elección de proyectos, de las conexiones entre los papeles que ha interpretado y de su visión del feminismo, entre otros asuntos.

Huppert (París, 1953) da vida a dos mujeres muy diferentes en los filmes de Hansen-Love y Verhoeven y, aunque se resiste a afirmar que se trate de papeles "arriesgados", ha explicado que "no son tan habituales y corrientes" porque "se salen quizás de lo ordinario, son más sombríos y se meten en la psique humana y femenina".

Por un lado, en 'Elle' da vida a Michèle, una mujer poderosa que un día es atacada y violada en su casa por un desconocido encapuchado, una situación que le lleva a buscar a su agresor, mientras que en 'El porvenir' interpreta a una profesora de filosofía, casada y con hijos que se ve obligada a reinventar su vida cuando su marido la abandona por otra mujer. Huppert ha indicado que aunque ambos personajes no son "comparables", ambas tienen en común algo: "No quieren ser víctimas".

Mientras que en 'Elle' tiene "un plan que va desarrollando poco a poco", en 'El porvenir' se mete en la piel de una mujer que descubre un nuevo sentimiento y que de pronto es libre. Preguntada por la libertad sexual que revela la excéntrica Michèle ('Elle'), Huppert ha señalado que lo interesante de este personaje es que "no hay nada predeterminado" y que la "exploración de la sexualidad está dictaminada al mismo tiempo por el pasado" del personaje.

"Detrás de lo que se ve a primera vista, la película muestra algo más profundo, la figura social de la hija y de la madre y las relaciones peculiares con su entorno", ha explicado. De su trabajo con Verhoeven, lo que más le ha gustado son las "enormes posibilidades que deja abiertas" a las que el cineasta no contesta y con las que "el espectador no se siente molesto". "Cuanta más información da acerca del personaje menos se sabe cómo es realmente", ha dicho.

"Soy feminista"

Respecto a la sensación de que el machismo vuelva a manifestarse con fuerza en la sociedad, Huppert ha indicado que no tiene la sensación de que hubiera desaparecido. "Hay que ser vigilantes, hay muchísimas situaciones en las que se nota la misoginia", ha advertido la actriz, quien ha asegurado que lo que hace es evitarlo y huir de los momentos en los que se manifiesta.

En este sentido, ha declarado que no le molesta "en absoluto" decir que es "feminista", aunque ha admitido que manifestarlo tiene un "toque caricaturesco". "Si ser feminista es que nos duela o nos choquen las desigualdades entre hombres y mujeres desde luego soy feminista", ha recalcado.

Huppert, que recibió el Premio Donostia en 2003, ha protagonizado este año dos de las películas con mejores críticas en los festivales más importantes del año pero se resiste a hablar de su posición como una excepción entre las mujeres de más de 40 años que consiguen grandes papeles. "A veces, cuando uno no encuentra respuesta es que no quiere contestar", ha zanjado ante la pregunta de la prensa.

Asimismo, ante la pregunta sobre el carácter de ser pelirroja y la atemporalidad que otorga al físico, Huppert ha bromeado: "Hemos sido diabolizadas durante mucho tiempo así que es un placer que por fin nos reconozcan. Durante mucho tiempo no podían amamantar a los niños porque eran las representaciones del diablo en la tierra".

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