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Liam Neeson, sustituto de Mel Gibson en la secuela de 'Resacón en Las Vegas'
Se rumorea que los protagonistas vetaron al director de 'Apocalypto'
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25/10/2010
LOS ANGELES (Reuters/EP) No queremos a Mel, que entre Liam. El actor Liam Neeson será el sustituto de Mel Gibson en la secuela de Resacón en Las Vegas, después tras una sublevación en el set contra el actor ganador del Oscar.
"Acabo de recibir una llamada para hacer un trabajo de un día en Resacón en Las Vegas 2 como un tatuador en Tailandia, eso es lo único que se al respecto", señaló Neeson en declaraciones a 'Variety' en las que no quiso entrar a valorar el veto del equipo a Gibson.
Lo cierto es que el director de la película, Todd Phillips, y la productora Warner Bros. tenían ya apalabrada la aparición de Gibson en la secuela. Iba a tener un pequeño papel como tatuador en Asia, un simpático cameo en una comedia de éxito -casi 500 millones en taquilla recaudó la primera entrega- que podría relanzar su carrera que entre escándalo y escándalo anda de capa caída.
Pero el elenco de Resacón en Las Vegas, encabezado por los cuatro protagonistas del film original -Zach Galifianakis, Bradley Cooper, Ed Helms y Justin Bartha- y el resto de miembros del set de rodaje vetaron la aparición de Gibson. La prensa especula que Zach Galifianakis, el actor que da vida al barbudo y más que peculiar Alan y que está a punto de estrenar Salidos de cuentas junto a Robert Downey Jr., podría haber sido la estrella que se habría manifestado en contra de la aparición de Gibson en la secuela.
Sea como fuere, lo único que parece claro es que la industria no perdona al director de Braveheart sus escándalos y salidas de tono. El último fregado en el que está metido Gibson son las grabaciones de sus llamadas telefónicas en las que insulta a una ex novia, la cantante rusa Oksana Grigorieva. De hecho, la policía de Los Ángeles está investigando al actor por violencia de género contra su ex novia, con quien tiene una hija de un año.
Y no hay que olvidar que el protagonista de Mad Max también ofendió a la comunidad judía de Hollywood en 2006 con unas declaraciones antisemitas tras un arresto por conducir ebrio. Con estos enemigos, a Mel le va a costar mucho levantar cabeza.
LOS ANGELES (Reuters/EP) No queremos a Mel, que entre Liam. El actor Liam Neeson será el sustituto de Mel Gibson en la secuela de Resacón en Las Vegas, después tras una sublevación en el set contra el actor ganador del Oscar.
"Acabo de recibir una llamada para hacer un trabajo de un día en Resacón en Las Vegas 2 como un tatuador en Tailandia, eso es lo único que se al respecto", señaló Neeson en declaraciones a 'Variety' en las que no quiso entrar a valorar el veto del equipo a Gibson.
Lo cierto es que el director de la película, Todd Phillips, y la productora Warner Bros. tenían ya apalabrada la aparición de Gibson en la secuela. Iba a tener un pequeño papel como tatuador en Asia, un simpático cameo en una comedia de éxito -casi 500 millones en taquilla recaudó la primera entrega- que podría relanzar su carrera que entre escándalo y escándalo anda de capa caída.
Pero el elenco de Resacón en Las Vegas, encabezado por los cuatro protagonistas del film original -Zach Galifianakis, Bradley Cooper, Ed Helms y Justin Bartha- y el resto de miembros del set de rodaje vetaron la aparición de Gibson. La prensa especula que Zach Galifianakis, el actor que da vida al barbudo y más que peculiar Alan y que está a punto de estrenar Salidos de cuentas junto a Robert Downey Jr., podría haber sido la estrella que se habría manifestado en contra de la aparición de Gibson en la secuela.
Sea como fuere, lo único que parece claro es que la industria no perdona al director de Braveheart sus escándalos y salidas de tono. El último fregado en el que está metido Gibson son las grabaciones de sus llamadas telefónicas en las que insulta a una ex novia, la cantante rusa Oksana Grigorieva. De hecho, la policía de Los Ángeles está investigando al actor por violencia de género contra su ex novia, con quien tiene una hija de un año.
Y no hay que olvidar que el protagonista de Mad Max también ofendió a la comunidad judía de Hollywood en 2006 con unas declaraciones antisemitas tras un arresto por conducir ebrio. Con estos enemigos, a Mel le va a costar mucho levantar cabeza.