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Viggo Mortensen: "Me gustan los personajes que desafían al mundo"
"Good" muestra una nueva historia ambientada en la Alemania nazi
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18/05/2009
MADRID, 18 (EUROPA PRESS) Viggo Mortensen deja a un lado los papeles de héroe y se mete en la piel de John Hadler, un profesor de Literatura alemán obligado a renunciar a sus principios presionado por el régimen nazi, en Good, del brasileño Vicente Amorim.
La cinta, que se estrena en España el próximo viernes, está basada en la obra homónima del dramaturgo C.P. Taylor. "El espectador está acostumbrado a verme en papeles más de acción, pero Hadler no es una caricatura de un malvado ni un héroe", dijo en una entrevista concedida a Europa Press.
"Me gustan los personajes que toman decisiones y desafían al mundo", recalcó el actor, que en el filme se ve movido por las circunstancia a apoyar al régimen de Hitler y a convertirse en un miembro de las SS.
Hadler es un buen hombre que cumple con sus tareas profesionales y domésticas. Vive con su esposa, una pianista volcada en su arte, y sus hijos y, además, cuida de su madre enferma. Su declive moral llega con la subida al poder de Hitler, régimen del que en un principio es detractor.
Un día es requerido por el Gobierno para escribir un ensayo propagandístico de apoyo al Gobierno. Atrapado por el miedo, poco a poco se irá dejando llevar. Dejará todo por una estudiante universitaria de la que se enamora y logrará el éxito profesional una vez que pasa a formar parte de las SS.
Una persona formal
"Es una persona normal, quizá con tintes de cobardía, pero como cualquier persona", detalló el actor, quien considera que este trabajo no difiere tanto de los papeles en filmes como Promesas del este, Una historia de violencia, El señor de los Anillos o Appaloosa.
"No es alguien pasivo, porque hace una defensa activa de su equivocación y eso me interesó", comentó. Para Mortensen, la actitud de John Halder es la de cualquier otra persona normal. "Sabe que se está equivocando, pero ¿qué puede hacer? ¿Cómo acabará este personaje? Esa es la pregunta que tienen que responder los espectadores", prosiguió el actor. "Casi todos los que nos consideramos 'decentes', que somos corteses, nos portamos bien y cumplimos las normas nos enfrentamos a veces a circunstancias que nos hacen ver que no lo estamos haciendo tan bien, como Halder", apuntó.
Good, pese a estar ambientada en la Alemania nazi, no se centra en desfiles militares ni en lo que fue la II Guerra Mundial, aunque sí se ve un campo de concentración y la persecución de los judíos. "Se han hecho muchas películas sobre la Alemania nazi, pero ésta es bastante diferente, sin finales heroicos o trágicos", precisó Mortensen, sobre un filme que narra una "historia universal". "No queríamos enseñar el desfile, sino lo que ocurre al lado".
El miedo como normalidad
La "normalidad" con la que se acaban viendo situaciones injustas y el miedo es algo que han experimentado todos los países, como dijo el actor, recordando las dictaduras en España, Chile o Argentina, por ejemplo. "Eso es lo malo, cuando no se participa y se deja todo en manos de esos gobiernos. Si obedeces y no participas la relación no funciona", opinó.
Mortensen dijo haber quedado "impresionado" por el guión adaptado realizado por John Wrathall, a partir de un texto que él mismo vio en escena hace ahora 20 años. "Me impresionó porque no es un cuento como todos los demás", agregó sobre una cinta en la que también están Jason Isaacs, Jodie Whittaker o Mark Strong. 'Cuento' es como él denomina a las películas. Entre los últimos 'cuentos' que tiene en proyecto, Mortensen empezará en breve la promoción de La carretera, basada en el libro de Cormac McCarthy, que se estrenará en EEUU en octubre y en Europa en invierno. Sobre El Hobbit, el actor respondió que saben más de esos proyectos los foros de internautas.
Por otra parte, se enfrentará a un nuevo "desafío" y regresará a la escena después de muchos años con el montaje Purgatorio, en España, coprotagonizada junto a Ariadna Gil, de la que ya fue pareja profesional en Alatriste. Sobre los rumores de su retirada del mundo del cine, precisó que ahora está más dedicado a su editorial y a su faceta como artista plástico.
MADRID, 18 (EUROPA PRESS) Viggo Mortensen deja a un lado los papeles de héroe y se mete en la piel de John Hadler, un profesor de Literatura alemán obligado a renunciar a sus principios presionado por el régimen nazi, en Good, del brasileño Vicente Amorim.
La cinta, que se estrena en España el próximo viernes, está basada en la obra homónima del dramaturgo C.P. Taylor. "El espectador está acostumbrado a verme en papeles más de acción, pero Hadler no es una caricatura de un malvado ni un héroe", dijo en una entrevista concedida a Europa Press.
"Me gustan los personajes que toman decisiones y desafían al mundo", recalcó el actor, que en el filme se ve movido por las circunstancia a apoyar al régimen de Hitler y a convertirse en un miembro de las SS.
Hadler es un buen hombre que cumple con sus tareas profesionales y domésticas. Vive con su esposa, una pianista volcada en su arte, y sus hijos y, además, cuida de su madre enferma. Su declive moral llega con la subida al poder de Hitler, régimen del que en un principio es detractor.
Un día es requerido por el Gobierno para escribir un ensayo propagandístico de apoyo al Gobierno. Atrapado por el miedo, poco a poco se irá dejando llevar. Dejará todo por una estudiante universitaria de la que se enamora y logrará el éxito profesional una vez que pasa a formar parte de las SS.
Una persona formal
"Es una persona normal, quizá con tintes de cobardía, pero como cualquier persona", detalló el actor, quien considera que este trabajo no difiere tanto de los papeles en filmes como Promesas del este, Una historia de violencia, El señor de los Anillos o Appaloosa.
"No es alguien pasivo, porque hace una defensa activa de su equivocación y eso me interesó", comentó. Para Mortensen, la actitud de John Halder es la de cualquier otra persona normal. "Sabe que se está equivocando, pero ¿qué puede hacer? ¿Cómo acabará este personaje? Esa es la pregunta que tienen que responder los espectadores", prosiguió el actor. "Casi todos los que nos consideramos 'decentes', que somos corteses, nos portamos bien y cumplimos las normas nos enfrentamos a veces a circunstancias que nos hacen ver que no lo estamos haciendo tan bien, como Halder", apuntó.
Good, pese a estar ambientada en la Alemania nazi, no se centra en desfiles militares ni en lo que fue la II Guerra Mundial, aunque sí se ve un campo de concentración y la persecución de los judíos. "Se han hecho muchas películas sobre la Alemania nazi, pero ésta es bastante diferente, sin finales heroicos o trágicos", precisó Mortensen, sobre un filme que narra una "historia universal". "No queríamos enseñar el desfile, sino lo que ocurre al lado".
El miedo como normalidad
La "normalidad" con la que se acaban viendo situaciones injustas y el miedo es algo que han experimentado todos los países, como dijo el actor, recordando las dictaduras en España, Chile o Argentina, por ejemplo. "Eso es lo malo, cuando no se participa y se deja todo en manos de esos gobiernos. Si obedeces y no participas la relación no funciona", opinó.
Mortensen dijo haber quedado "impresionado" por el guión adaptado realizado por John Wrathall, a partir de un texto que él mismo vio en escena hace ahora 20 años. "Me impresionó porque no es un cuento como todos los demás", agregó sobre una cinta en la que también están Jason Isaacs, Jodie Whittaker o Mark Strong. 'Cuento' es como él denomina a las películas. Entre los últimos 'cuentos' que tiene en proyecto, Mortensen empezará en breve la promoción de La carretera, basada en el libro de Cormac McCarthy, que se estrenará en EEUU en octubre y en Europa en invierno. Sobre El Hobbit, el actor respondió que saben más de esos proyectos los foros de internautas.
Por otra parte, se enfrentará a un nuevo "desafío" y regresará a la escena después de muchos años con el montaje Purgatorio, en España, coprotagonizada junto a Ariadna Gil, de la que ya fue pareja profesional en Alatriste. Sobre los rumores de su retirada del mundo del cine, precisó que ahora está más dedicado a su editorial y a su faceta como artista plástico.
