Diez playas de cine inolvidables

Por Icíar Palacios

En pleno mes de julio, con el sol atizando por cada esquina (salvo para los amigos del Norte... ¡lo sentimos!), los que aún no hemos podido coger vacaciones no tenemos otra que buscar en Google lo que es una playa e imaginar nuestros pies en la arena. Y el olor a crema de sol. Y la brisa del mar... Eso, o conformarnos con reproducir en nuestras pantallas algunas de estas películas que en Estamos Rodando os enumeramos a continuación.

Puede que no sea lo mismo, es cierto; pero, ¿quién no se anima, al menos, a dejar volar la imaginación con lo maravilloso que sería poder trasladarse a alguno de estos arenales de película? Bien sea por su belleza, bien por los grandes momentos que hemos vivido viendo algunas de las escenas del cine que sucedieron en ellas, vamos a por esta lista de las playas más emblemáticas del celuloide.

1. Olvídate de mí (Michel Gondry, 2004)

La playa de Wainscott, cerca de Montauk, fue el escenario elegido por el cineasta Michael Gondry para que los protagonistas de esta maravillosa película, Clementine (Kate Winslet) y Joel (Jim Carrey) se conocieran... y comenzaran a olvidarse. Del sol a la nieve en apenas seis minutos de metraje que, si nos lo permitís, quitan el hipo.

Está situada al final de la carretera conocida como Georgica Association Road, una zona de acceso restringido; aunque si alguna vez pasas por ahí y asomas la cabeza entre la zona arbolada podrás ver las escaleras de la casa en la que esta pareja se coló antes de que comenzaran a caerse cachos de esta sobre ellos.

2. Ciudad de Dios (Fernando Meirelles, 2002)

A pesar del ambiente lúgubre y deprimente de esta cinta tan dura como real, sus escenarios abiertos en ciertas partes de la trama sorprendieron por su belleza; especialmente la playa donde dos de sus personajes se besan frente a un mar en calma y de un azul añil.

Sin duda esta escena que dio la vuelta al mundo impulsó sobremanera la carrera de Alice Braga, que interpretaba el papel de Angélica en el film. Fernando Meirelles supo ofrecer, con maestría, el contrapunto entre la tranquilidad de la arena y el mar y la violencia callejera que abofetea al espectador en esta cinta. "El sol es para todos. La playa solo para quien la merece", afirmaba el personaje de Buscapé en 'Ciudad de Dios', que no daba puntada sin hilo.

3. Indiana Jones y la última cruzada (Steven Spielberg, 1989)

Muy pocos saben que las escenas de la playa con las gaviotas y el paraguas de Henry fueron rodadas en España; concretamente en Almería, cuya riqueza y variedad de territorios la ha convertido en uno de los grandes centros de producción de cine del mundo.

Steven Spielberg no ha sido el único cineasta en aprovechar la majestuosidad y magnetismo de la playa de Mónsul, en pleno Cabo de Gata, y su gran roca volcánica. Esta también han sido escenario de otros muchos rodajes como 'Las aventuras del Barón de Munchausen', 'Cónan el Bárbaro' o 'El lince'.

4. Tiburón (Steven Spielberg, 1975)

Para el rodaje de 'Tiburón' en 1975, Spielberg decidió no salir de EE.UU. y desplazó a su equipo hasta la costa Este para filmar unas de las escenas más terroríficas de la historia del cine. Hablamos de esas rodadas en la playa de Martha's Vineyard, una isla de Massachusetts, donde fuimos testigos del voraz ataque de este animal que quedaría, sin quererlo, estigmatizado por décadas.
Curiosamente, hoy en día famosos como Bill Clinton, David Lettermna, Walter Cronkite o Meg Ryan acuden a este "set de rodaje" para aliviar el calor estival. ¡Qué valientes!

5. La playa (Danny Boyle, 2000)

Ko Phi Phi Lee. Así se llama la playa de 'La playa', valga la redundancia. Un auténtico paraíso virgen en la costa de Tailandia... Hasta que Leonardo DiCaprio y el resto del equipo de rodaje de esta película llegaron a ella. Con ellos llegaron los ceniceros, las indicaciones, la poda de vegetación salvaje y… el ticket por visitarla. Al término de la grabación y visto el destrozo que la producción había dejado en esta reserva natural, una sentencia obligó a la Fox a dejar este bello paraje tal y como lo habían encontrado. Aunque, claro, el daño ya estaba hecho. Su agua cristalina la convierte en el lugar ideal para practicar deportes acuáticos como el buceo, siempre y cuando estés dispuesto a luchar con centenares de turistas por un hueco en su arena.

6. De aquí a la eternidad (Fred Zinnemann, 1953)

Burt Lancaster, Deborah Kerr, una pasión irrefrenable y la orilla de Haolna Cove, en Hawai. 'De aquí a la eternidad' nos regaló uno de los besos más románticos, icónicos e inolvidables del cine rodada en esta playa de complicado acceso. ¿Qué podemos decir de ella que no se haya dicho ya?

7. 1, 2, 3... ¡splash! (Ron Howard, 1984)

En el año 1984 la bella sirena Daryl Hannah se enamoró del personaje de Tom Hanks en las aguas de la minúscula isla de Castaway Cay, en las Bahamas. Con apenas dos kilómetros de extensión, este territorio quedó grabado para simple en la retina de los cinéfilos del planeta entero.

8. Carros de fuego (Hugh Hudson, 1981)

¿Eres de los que cuando piensa en Reino Unido lo último que le viene a la cabeza es mar y arena? Pues continúa leyendo. La localidad escocesa de Saint Andrews está plagada de extensos arenales blancos, donde, entre otras, se rodó parte de la mítica película 'Carros de fuego'. Rodeada de peligrosos acantilados, en ella vimos cómo entrenaban los atletas protagonistas de esta cinta que obtuvo en 1981 cuatro premios Oscar.

9. Lucía y el sexo (Julio Medem, 2001)

Formentera y su playa de Ses Illetes fueron el lugar escogido por el cineasta español Julio Medem para albergar una de sus escenas más recordadas. Hablamos de aquella en la que una aún desconocida Paz Vega (que de entonces en adelante se convirtió en una de las intérpretes más solicitadas del panorama) se desnudó sin tapujos. De aquella con forma de flecha y fina arena. De aquella con la millones de españoles llevamos soñando tiempo y tiempo.

10. El planeta de los simios (Franklin J. Schaffner, 1968)

Al terminar esta cinta, Charlton Heston descubre que lo que él creía que era el Planeta de los Simios es, en realidad, la Tierra. Y es que en la ficción, en la playa de Zuma, California, sobresale semienterreada en la arena parte de la Estatua de la Libertad. En la vida real, la de Zuma es una de las playas más adecuadas para el baño y la práctica de surf de la zona. Muchos famosos la frecuentan.