Las 10 peores películas de la historia del cine
Una lista de esas cintas que no recomendarías ni a tu peor enemigo
Por Icíar Palacios
El cine está lleno de grandes clásicos. Películas que por h o por b están grabadas a fuego en la memoria colectiva de los cinéfilos del planeta entero. La mayoría de listas de las grandes obras del celuloide incluye títulos como ‘Casablanca’, ‘El padrino’, ‘El mago de Oz’ o ’Ciudadano Kane’, aunque nosotros, hoy, vamos a centrarnos en otro tipo de “obras magnas”: aquellas que son conocidas mundialmente, aunque no por su calidad, si no… por su falta de la misma.
Como dice el refrán, el que avisa no es traidor. Así que, amigos, si os atrevéis a verlas todas, nosotros no nos hacemos responsables. Es más que probable que las sensaciones que te genere visionar más de tres horas de estos metrajes sean, cuanto menos, imborrables. Algunas de ellas son tan malas que en los créditos iniciales deberían llevar la advertencia aquella de “Consulte antes con su farmacéutico”. Recuerda, si lo haces, es bajo tu responsabilidad.
Mira que avisaban. El propio título lo decía: “desastre de película”. Y nada, hubo quien, como la que suscribe, se sintió hasta atraído por la escasa nota media que los espectadores le habían otorgado en las principales webs de cine y se atrevió con ella. Y creedme, aún pago las consecuencias de su humor absurdo mal entendido. Jason Friedberg y Aaron Seltzer se encumbraron con esta parodia de cintas como ‘High School Musical’, ‘Juno’ o ‘Iron Man’ como unos de los peores directores de la historia. Fue catalogada como comedia; aunque, sinceramente, mejor le hubiera ido lo de “drama”. No hay por dónde salvarla. Bueno, sí, al menos, solo dura 90 (eternos) minutos.
2. Glitter
La industria del cine quedó en 2001 sacudida por esta película protagonizada por la cantante Mariah Carey, que debutó como actriz con ella. Como reconocimiento a su gran labor frente a las cámaras, la americana se alzó con el honorable Razzie a la peor intérprete femenina. Es cierto que el más que flojo guión de Kate Lanier no ayudaba, pero toda la cinta rezuma un olor a intento fallido muy difícil de describir. Lo mejor: su capacidad para hacerte reír aunque se te acabe de morir el gato. Palabra.
3. La máscara 2
‘El hijo de la máscara’, ‘La máscara 2’… Dos nombres distintos para referirse a una de las peores secuelas que se recuerdan de los últimos años. Por si sus 8 nominaciones a los Razzie no te espantan aún, prueba a ver el tráiler. En él se anticipa el desastre: una trama deslavazada, un reparto endeble (y sin Jim Carrey), chistes sin gracia… Esta cinta te quitará la fe que puedas tener en las segundas partes, eso y un tiempo valiosísimo de tu vida. Si eres insomne, eso sí, quizás te ayude a recuperar las horas de sueño perdidas. Algo es algo.
4. Los fantasmas no pueden hacerlo
La cosa es tal que así: Bo Derek se queda viuda; aunque solo a medias. ¿Y por qué solo a medias? Porque su difunto esposo no se ha muerto del todo: se ha convertido en un fantasma. Y como él la quería mucho, pues acompaña a Bo durante los días y noches. Siguen pudiendo hablar. Y, de hecho, tienen unas conversaciones intensísimas; pero no pueden amarse como antes, porque “los fantasmas no pueden hacerlo”. Y todos están muy tristes, hasta que él empieza a poseer a hombres que sí que “pueden hacerlo” con su viuda y devolverse la sonrisa… ¿Hacía falta, John Derek? ¿Hacía falta de veras esta película?
5. Nueve tumbas
Terrorífica. Capaz de ponerte los pelos de punta. Ensordecedora. Y… mala como ella sola. Ni entretiene, ni sorprende ni cumple nada de lo que prometía esta cinta que, la verdad, podría haber sido mucho mejor con algunos retoques de guion y de sus diálogos. La que fuera la obra debut del británico Andrew Green hace aguas por los cuatro costados. Ni incluir a Paris Hilton en el reparto hizo que la taquilla respondiera bien. ¿Nueve tumbas? Alguna más habrá hecho falta para quien no pudo soportarla.
Ni los propios productores de ‘¡Menudo Santa Claus!’ confiaban en lo que habían creado; ya que esta película en la que un Hulk Hogan tanoréxico se cree Santa Claus tras darse un golpe en el gaznate fue estrenada directamente en videoclubs. Gracias a los dioses griegos, cuando se lanzó corría 1996 y ese año, su compañero de gimnasio aventajado, Schwarzenegger, estrenaba otra gran cinta: ‘Un padre en apuros’ al mismo tiempo, lo que hizo que su fracaso fuera menos sonado.
Algunos de los chistes más oídos durante las pocas semanas que estuvo en cartel en USA fueron estos: “En todos los cines del mundo se barren las palomitas tras la proyección de la película, excepto en el caso de ‘Gigli’, en el que, al estar la sala vacía, se barre durante la proyección”.
Protagonizada por Ben Affleck y Jennifer López, prometidos en el momento del estreno, fue la última ocasión en que el cineasta Martin Best se puso al frente de una producción. La productora debe aún estar recuperándose de este descalabro bendecido con 6 Razzies. Lo peor: la intención de la cinta de transmitir que, si un hombre insiste debidamente, una lesbiana acabará enamorándose de él. ¿En serio?
8. Campo de batalla: La Tierra
Mala entre las malas, en 2010 ganó el Razzie honorífico a peor cinta de la década. Esta película fue producida por John Travolta, quien no supo o no quiso ver lo que se traía entre manos: 53 millones de dólares de pérdidas y la carcajada internacional. Como dijo el crítico del Denver Post, Steven Rosen: “tú no ves esta película: tú la sobrevives”. Poco podemos añadir nosotros a tan sabias palabras.
Quizás (quizás) la estrella de la NBA Dennis Rodman podría haber tenido una carrera en el cine de no haber firmado el papel protagonista en esta cinta. En ella, asistimos a 85 minutos de inexpresividad y, perdonen los implicados, vergüenza ajena difícil de superar. Si no te lo crees, busca la escena del baile en la capilla. O la de cuando Dennis y The Dancer hacen el amor en lo que parece ser, por momentos, una rave con solo dos invitados y unos efectos de luces capaces de ser vistos desde Marte. O la de… En fin, tantas. Lo dicho, definirla como penosa es ser muy, muy, muy bueno con ella.
10. Ed, el chimpancé
“Ed es un chimpancé”. De acuerdo. Bien. “Ed es un chimpancé que trabaja como la mascota de un equipo de béisbol”. OK. Lo aceptamos. “Ed es un chimpancé que trabaja como la mascota de un equipo de béisbol y que, además, es tan bueno jugando a este deporte que termina compitiendo como tercera base”… ¡Venga ya, hombre!
